MÚSICA SIN MAPA

MÚSICA SIN MAPA
Una travesia por los distintos sonidos que habitan el mundo.

Producción general: NICOLAS FALCOFF
Producción: LEONARDO LEVERONI

Belice

Belice es un pequeño país en América Central, ribereño del Mar Caribe, que colinda con México al norte y Guatemala al oeste y al sur. Separada de Honduras por 75 Km. de distancia en el punto más cercano entre las dos naciones, separadas por el Golfo de Honduras, al este. Belice era anteriormente conocida como Honduras Británica y el nombre coloquial procede de la Ciudad de Belice (Belice City) y del río Belice. Ciudad de Belice es la ciudad más grande del país, el puerto principal y su antigua capital.

Belice es parte de la región maya de Meso América que se extiende desde el sur de México hasta Guatemala.

Los primeros europeos que ingresaron en lo que hoy es Belice fueron españoles, seguidos de leñadores ingleses. Éstos llegaron en el año 1638. Ya en el año 1524 este territorio formaba parte del reino de Guatemala como parte de la provincia de la Verapaz, los piratas lograron adentrarse en las selvas, enfrentándose a los mayas que habitan esas tierras.

En general solemos recorrer distintos artistas de un mismo país o género musical pero hemos decidido desmenuzar un disco en particular que fue recientemente editado. Se trata del disco Watima de Andy Palacio y el colectivo Garifuna.

Andy Palacio es oriundo de Belice y junto a diversos músicos garifunas de Honduras, Belice y Guatemala, bajo el nombre de The Garifuna Collective, rescata estilos de su música mestiza.

Wátina es primer corte del disco y justamente es el da titulo al disco que traducido al español podría traducirse como Hice Venir.

La historia de los Garifunas comienza antes del año 1635 en la isla de St. Vincent en el Caribe oriental. St. Vincent estaba habitada por una tribu de Indios que se llamaban a sí mismos los Arawaks. La tribu Kalipuna, procedente del territorio continental sudamericano, invadió St. Vincent y conquistó a los Arawaks. Los hombres Arawaks fueron asesinados y los guerreros Kalipuna tomaron como esposas a las mujeres Arawaks. Los habitantes de la isla fueron el resultado de la unión de estas dos tribus.

La palabra "Garifuna", que significa "la gente que come yuca", desciende del "Kalipuna".

En el año 1635, dos buques Españoles que llevaban esclavos Nigerianos naufragaron en la isla de St. Vincent. Al principio, los españoles, nigerianos y kalipunas que ocupaban el territorio, pelearon unos contra otros, pero con el paso del tiempo aprendieron a convivir y se realizaron matrimonios mixtos, creándose así los denominados Caribes Negros quienes hasta el siglo XVIII impidieron la colonización europea en la isla.

Después de varias batallas, finalmente los británicos expulsaron a los caribes de la isla. Si bien muchos murieron de fiebre amarilla, otros fueron deportados a Roatan Honduras pero algunos de los barcos fueron interceptados por los españoles quienes mandaron a los 1700 caribes sobrevivientes a Trujillo, Honduras donde la mano de obra era necesitada y el ejército necesitaba hombres.

Los primeros Caribes que arribaron a la costa de Belice fueron traídos como leñadores por los españoles en 1802 y se asentaron en el área cercana a Stann Creek, lo qué ahora es Punta Gorda.

A causa de su alineación con los españoles, los Caribes se encontraron a sí mismos en el lado equivocado del mapa político, cuando Centroamérica logró la independencia de España. Esos Caribes, en Trujillo, se encontraron con el nuevo país de Honduras, donde los sentimientos contra los españoles eran fuertes. Un gran número de Caribes huyeron a la costa de Belice donde ya vivían otros Caribes. Es esta migración la que se celebra anualmente el día 19 de Noviembre como Día del Acuerdo Garifuna, siendo la fiesta mayor en las comunidades Garifunas.

La cultura Garifuna narra la historia de migraciones y mestizajes masivos y hacen un fuerte énfasis en la música, el baile y la historia. Tienen su propia religión, que consiste en una mezcla de Catolicismo, Africanismos y creencias Indias.

Andy Palacio & The Garifuna Collective dedican su primer trabajo específicamente a la cultura garifuna. Todos estos temas recuperan su particular idioma y algunos de sus ritmos tradicionales.

Garifuna Yagane, (En español: mi canoa), las voces son solo acompañadas por tambores y la letra relata la historia de un hombre que perdido en medio del mar que, le pide a su canoa que lo lleve de regreso a casa.

Hoy en día hay apenas 250 mil garifunas en el mundo. La globalización hizo que la herencia garifuna se vaya perdiendo y junto con ella su idioma (el garifuna), sus costumbres y su música. En el 2001 la UNESCO proclamó la cultura garifuna como una obra maestra de la herencia oral e intangible de la humanidad.

El músico Andy Palacio, nació en Barranco, en Belice y creció hablando Garifuna en su hogar y desde siempre estuvo en contacto con la música. A los dieciocho años viajó a Nicaragua y se dio cuenta que su cultura originaria estaba en extinción y allí conoció al ultimo hombre que hablaba Garifuna en Nicaragua.

El anciano no podía creer cuando se encontró con Andy Palacio, un joven que hablara su idioma.

A partir de ese momento Palacio decidió dedicarse a recuperar y revitalizar la cultura garifuna desde la música y al poco tiempo ganó cierto prestigio como interprete de un estilo de la región llamado Punta rock, un baile basado en un ritmo garifuna mezclado con algunos estilos caribeños como el zouk y el soca.

El encuentro con el productor y músico Ivan Duran, que fundó en 1995 el sello Stonetreet records, hizo que Palacio se convenciera en focalizar en ritmos y tradiciones menos comerciales para bucear en las raíces más profundas de la música garifuna. Duran y Palacio crearon un ensamble con los mejores músicos garifunas de Guatemala, Honduras y Belice. También invitaron algunos de sus compositores favoritos como Paúl Babor, un hombre de 78 años icono del Paranda.

En Belice comenzaron a grabar un disco recuperando estilos garifunas influenciados por elementos latinos como el Paranda, o sagrados como el Dugu o él punta.

Es posible oír diversas canciones que versan sobre temas cotidianos, anécdotas e historias del pueblo. A su vez también suenan los tambores garifunas conocidos como primero y segundo. Y en el disco se destaca la presencia de Paúl Nabor uno de los abuelos de la música garifuna. El disco no es un trabajo de folklore tradicional garifuna sino mas bien un disco de pop con ciertas reminiscencias de reggae pero basado en ritmos garifunas y tradicionales de la región caribeña.

Baba es una canción que puede traducirse como Padre y se transformó en un himno para la comunidad Garifuna que es muy devota de la fe cristiana aunque con elementos de creencias afro.

Fue compuesta por el joven artista garifuna de Belice Adrián Martínez que participa junto a Andy Palacio.

En general las letras de las canciones garifunas versan sobre anécdotas cotidianas, ocurrencias diarias que sirven como inspiración.

Edgar Jacob, el director artístico del sello putumayo había hecho algunos trabajos de campo como etnomusicólogo en la década del 90 y había quedado fascinado con la música Garifuna y con el trabajo de Andy Palacio, incluyó algunos temas en primeras versiones en compilados temáticos de Putumayo.

Cumbancha, el sello paralelo de Edgar Jacob editó este disco en Febrero de este año. Es el primer disco con difusión internacional que se edita recuperando la música garifuna, a su vez el productor Ivan Duran ya esta armando un disco con la presencia de las mujeres garifunas manteniendo su modo de trabajar genuino y en conexión con el lugar de origen sin ingredientes artificiales.

Lidan Aban es un tema con una particular fusión de reggae con paranda, estilo musical caribeño bailable el cual junto con el Punta popularizaron la música garifuna, es de las pocas canciones del disco que incorporan este ritmo ya que su productor Ivan Duran no quería incursionar en el ritmo mas comercial de los garifunas sino ahondar en sus raíces mas profundas. Sin embargo en Lidan Aban que podría traducirse como Juntos, el reggae y la parranda se fusionan de modo particular.

La población garifuna se distribuye a lo largo de la costa atlántica de Belice y Nicaragua en 43 pueblos y asentamientos. En Honduras hay 98 mil garifunas viviendo en condiciones de gran carencia sanitaria y de nutrición. El 78% de los chicos menores de 12 años sufren desnutrición y 3 de cada 10 mueren antes de los 2 años por esta causa. El 28% de la población garifuna es analfabeta y no hay suficientes escuelas para que accedan a una educación por encima del tercer grado. Solo el diez por ciento de los garifunas que terminan la primaria continúan sus estudios. Un pequeño porcentaje emigra a estados unidos y el resto se integra en la comunidad y por la falta de práctica se vuelven iletrados.

Cerrando esta travesía por Belice y por la comunidad garifuna en particular, no podemos deja de obviar la canción Miami, del disco de Andy Palacio & The Garifuna Collective, donde habla del desarraigo y de la búsqueda del lugar en el mundo.


2 comentarios:

martaand dijo...

Buenas noches desde Buenos Aires, les envio un cordial saludo. Doy clases en una escuela de música, especialmente mi cátedra se centra en los instrumentos de América Central, Caribe y Sur. Por lo que haber entrado a conocerlos, hará que mis alumnos también los conoczcan
Marta Andreoli
Profesora de música y etnomusicóloga

Musica sin mapas dijo...

martaand; Muchas gracias por comentar y recomendarnos, te invito que ingreses a www.sonidosclandestinos.blogspot.com y encontraras mas información sobre musica del mundo...

Saludos